En la primera etapa de su vida, los niños juegan con su propio cuerpo y con sus padres, que comienzan a interaccionar con él. Pero a partir del segundo semestre ya son capaces de coger varios objetos a la vez e identificar el color, la textura y el sonido. Este es el momento de seleccionar los juguetes más adecuados para el bebé, teniendo en cuenta su corta edad.
Los primeros juguetes del bebé
En primer lugar, es preciso que se adapte a las características físicas y a la edad del niño. A partir de los 6 meses y hasta los 18 meses, sin ir más lejos, es mejor que optemos por juegos que favorezcan el despertar de los sentidos, el aprendizaje motor y la capacidad de imitación.
El móvil, uno de los entretenimientos más habituales a estas edades, debemos procurar colgarlo en un sitio que el niño no tenga constantemente a la vista. El bebé se sentirá muy atraído por sus colores, movimientos y música, y deseará cogerlo y chuparlo. Así pues, es importante actuar con prudencia.
A partir de los 8 meses, los juguetes para el baño comienzan a adquirir especial importancia: nuestro hijo, sentado en la bañera, disfrutará agarrando sus muñecos y chapoteando en el agua.
Consejos para los padres sobre juguetes
Para el niño, cualquier objeto puede convertirse en un juguete. Aun así, y teniendo en cuenta que se acerca la época de los regalos navideños, son muchos los padres que se plantean cómo elegir el mejor entre todos los productos que ofrece el mercado. Para ello, es necesario seguir estos consejos:
1. No permitas que muerda sus juguetes de felpa o peluche. Aunque a simple vista parezcan inofensivos, el niño podría terminar atragantándose con la tela.
2. Aleja los juguetes peligrosos. Evita poner al alcance del niño juguetes que tengan cuerdas o cintas superiores a los 30 cm de largo, para así evitar posibles estrangulaciones.
3. Elige juegos llamativos. Decántate por aquellos juegos que sean ruidosos y de colores brillantes (sonajeros, cubos, muñecos). Este tipo de objetos estimulan especialmente los sentidos del niño.
4. Guarda correctamente los juguetes. Procura guardar los juguetes de nuestro pequeño dentro de una caja, evitando que estén esparcidos por su habitación. El niño podría tropezar con ellos y lastimarse.
5. Revisa periódicamente los juguetes del bebé. Con su uso se pueden deteriorar y convertirse en objetos peligrosos. Si observas algún juguete roto, no dudes en tirarlo cuanto antes.
6. Selecciona un juguete completo. Cuando te lances a adquirir un juego para tu bebé, elije aquellos que estimulen cualquier faceta de su personalidad (imaginación, creatividad, etc.), sin olvidar otros aspectos tales como la solidez (para que duren mucho tiempo) y la seguridad (la marca CE en un juguete es garantía de que éste es seguro).
Los peligros de los juguetes para el bebé
A partir de los 8 o 10 meses, los bebés comienzan a moverse de forma autónoma. Pronto pueden agarrar gran parte de los objetos que hasta ahora parecían inalcanzables. Por eso, es necesario estar pendiente de:
– Objetos pequeños. Estar especialmente atento a lo largo de este periodo para que el niño no manipule objetos demasiado pequeños que podría tragarse.
– Objetos cortantes. Evitar que los más pequeños tengan contacto con objetos cortantes o pesados que podrán terminar dañándole.
– Objetos deshilachados. Retirar aquellas telas que pueden deshilacharse (y con las que se puede atragantar)
– Objetos de pintura tóxica, cristal o plástico. Alejar los juegos con una capa de pintura tóxica y los de cristal o de plástico que puedan romperse.
– La edad recomendada. Respetar la edad recomendada y no proporcionar a un bebé juguetes recomendados para niños más mayores.
Los juguetes como modo de aprendizaje
Los juguetes de los que los bebés deben tirar, empujar o hacer rodar, le acompañarán durante todo el aprendizaje de la marcha y le servirán para coordinar mejor sus movimientos.
Los cubos, otra de las diversiones más habituales a estas edades, le permitirán ir desarrollando, poco a poco, su habilidad e inteligencia. Gracias a ellos, el bebé se adentrará en el mundo de la «construcción-demolición», ritual sumamente importante a la hora de que el niño adquiera conciencia de poder sobre los objetos que le rodean.
Todos aquellos entretenimientos con los que el bebé tenga que golpear, permitirán al pequeño expresar su agresividad, así como practicar la mejor forma de dominar sus gestos. También será la excusa perfecta para imitar a sus mayores: algunos objetos como el maletín, el teléfono o el mando serán la vía a través de la cual nuestro hijo vaya construyendo su personalidad.
Cristina Murcia
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