Saber cómo reaccionar ante las palabrotas de los niños es siempre una duda para los padres. Una buena medida para hacer comprender a nuestro hijo que las palabrotas no nos gustan nada, es hacerle ver que esas palabras feas son de mal gusto. Además, es posible que el niño, por su edad, aún no sea capaz de distinguir entre lo correcto y lo que no lo es.
Hay que tener en cuenta que la edad de las palabrotas comienza a los 3 o 4 años y en este momento, los niños todavía no tienen desarrollado el concepto de moral y, por lo tanto, no comprenden el daño que pueden realizar a otros niños con sus insultos.
Cómo reaccionar ante las palabrotas de los nños
1. Con normas y límites ante las palabrotas. Nuestros límites y normas son su única guía en esta etapa de «moral heterónoma» en las que las reglas del juego, son las que nosotros mismos consigamos marcarle.
2. Proponiéndo alternativas a las palabrotas. Es fundamental que desde que son pequeños consigamos demostrar a los niños que existen otras formas de protestar y discutir, y que insultar a los demás no solo es feo sino que no conduce a ninguna parte. Podemos explicarle, a su nivel, que un niño educado no chilla ni grita, ni insulta sino que demuestra su contrariedad hablando en un tono normal y llegando a un acuerdo o cediendo en un momento dado.
3. Evitando risas o aspavientos ante las palabrotas. Si se le continúa escapando alguna que otra palabra malsonante, la actitud más correcta por nuestra parte será intentar no reírnos ni escandalizarnos e intentar actuar con naturalidad. De esta manera, la palabra pasará desapercibida, el niño no comprobará ninguna reacción por nuestra parte y, en consecuencia, irá desapareciendo poco a poco de su vocabulario.
4. Enseñándole a sustituir palabras. Existen muchas maneras de decir las cosas. En vez de consentir que el niño recurra al «esto es una caca» cada vez que se sienta ofuscado, podemos inculcarle que existen otras vías como «esto está roto» o «vaya birria» mucho más aceptables.
Y si nuestro hijo suele expresar sus enfados con tacos, mostrémosle el maravilloso mundo de las exclamaciones y las interjecciones como ¡vaya! ¡ay! ¡oye!…
5. Insistiendo en que pida perdón cuando insulta. Cuando los insultos que utiliza habitualmente nuestro hijo se tratan de palabrotas dirigidas a otras personas, debemos insistir siempre en que se disculpe y pida perdón a quien se lo haya dicho. Su orgullo le hará pensarse dos veces la próxima vez si utiliza o no un insulto cuando se enfade.
Qué hacer cuando los niños dicen palabrotas
– Evita reirte cuando diga su primer taco. Esta es la típica reacción que suele animar a los pequeños de la casa a repetir las palabrotas más adelante.
– Evita regañar con excesivo énfasis. Cada vez que les echamos una bronca de este tipo los niños asocian palabras malsonantes a «ser el centro de atención» de papá y mamá.
– Predica con el ejemplo. Intenta que no se te escapen términos poco apropiados delante del niño porque luego los niños no dudan en repetir. Si queremos ser coherentes no tendremos más remedio que predicar con el ejemplo.
– No caigas en la provocación del niño. Si persiste en su actitud procura ignorarle a la vez que intentasaveriguar por qué quiere llamar nuestra atención de una manera tan persistente.
– Nunca comentes con otras personas delante del niño lo que el pequeño ha dicho. Esto le haría sentirse importante durante unos instantes y le animaría a seguir recurriendo a las palabrotas.
Irene Gutiérrez
Asesoramiento: Lucía Herrero. Psicóloga y orientadora familiar.
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