Empezar a estudiar con tiempo y de forma organizada es la mejor forma de aprobar un exámen. El método de estudio, es decir, cómo preparalo, debe basarse en la organización, en la concentración y en el aprovechamiento del tiempo. Asistir a clase es fundamental porque los profesores suelen hacer énfasis en los temas importantes y que tienen alta probabilidad de que sean seleccionados para el examen.
Las épocas de exámenes se caracterizan por una acumulación de tensión. Meterse de lleno en un ritmo tan frenético de estudios es algo que suele superar a adolescentes y jóvenes que deben hacer gala de una buena organización y disciplina para que los resultados de los exámenes sean buenos.
3 consejos para estudiar y aprobar un examen
Hay tres bases sobre las que fundamentar la preparación de los exámenes, y son las siguientes:
– Desarrollo del pensamiento crítico y la capacidad lectora. Durante este periodo previo a los exámenes, chicos y chicas tendrán que leer sin parar. De ellos dependerá extractar lo más importante de dichas lecturas e ir seleccionando la materia a estudiar.
– Encontrar las mejores fuentes de documentación. Consiste valerse de medios propios para completar la información recibida en el aula. Ya no se trata de seguir un único libro de texto, sino que se consultan varios, de los que se van realizando resúmenes y extractos.
– Establecer un buen método de estudio que se base, principalmente, en la organización, en la concentración y el aprovechamiento del tiempo. Y es que, sobre todo a partir de ahora, los minutos, las semanas y los días serán fundamentales si se desea superar esta etapa sin suspensos. Todo esto implica elaborar un horario que nos permita distribuir el tiempo de forma razonable.
Detalles que cuentan al preparar un examen
A la hora de prepararnos para los exámenes, tenemos que tener en cuenta dos detalles que pueden ayudarnos mucho a estudiar las materias.
– Características del examen. Con el suficiente tiempo de antelación, hay que enterarse de las características del examen en concreto que hay que hacer: tipo ensayo, prueba objetiva, resolución de problemas, caso práctico, etc. Esto es básico, porque nos ayudará a centrar los esfuerzos. Otros factores que hay que controlar son los siguientes: instrumentos que se pueden llevar al examen, si es obligatorio responder a todas las preguntas o se puede elegir; criterios de corrección; valor de los diferentes tipos de preguntas, etc.
– En qué incide el profesor. Presta atención a las explicaciones dadas en clase por el profesor. Éste suele hacer énfasis en los temas importantes y que tienen alta probabilidad de que sean seleccionados para el examen. Además, los profesores suelen tener tendencia a repetir las mismas o similares preguntas un año tras otro. Es una buena idea consultar con alumnos de años anteriores qué temas son interesantes para el profesor y, por supuesto, recurrir a éste para que nos oriente sobre cómo podemos estudiar su asignatura.
Con un buen horario, la orientación del profesor, toda la documentación necesaria de las asignaturas y, sobre todo, mucha disciplina, el periodo de exámenes no será tan terrible como parece.
Consejos para preparar los exámenes
– Aprobar cada examen. Todos los exámenes son importantes tanto en el colegio, en el instituto o la universidad. Piensa que te lo juegas todo a una carta.
– Esquemas y mapas conceptuales. Es importante que, a medida que avancemos en el estudio, vayamos realizando a la par pequeños esquemas o cuadros sinópticos. Este sencillo recurso suele ahorrar mucho tiempo sobre todo en los últimos repasos antes del examen.
– Empezar a estudiar con tiempo. Tiene, entre otras muchas ventajas, que vas a poder resolver las dudas que te surjan al preparar las asignaturas con suficiente antelación.
– Documentación y organización. Asegúrate con previsión de recoger toda la información necesaria para estudiar las materias y dedícales un tiempo importante para organizarlas. Esto te ahorrará mucho trabajo cuando más cerca de la fecha estés y además te facilitará memorizar y asimilar los contenidos.
– Estudiar todos los días y la misma cantidad de horas. Aunque es un poco duro y veas la fecha de los exámenes aún lejana, es una forma segura de afrontar con éxito los resultados.
– Hacer ejercicio a diario. Durante estos días de estudio, el esfuerzo mental es muy intenso, por eso es muy aconsejable que te organices de tal manera que puedas tener un tiempo dedicado a la actividad física para poder despejarte.
Teresa Pereda
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