Hace ya tiempo que vestirse para ir a la oficina no implica necesariamente elegir un traje de chaqueta. ¿Cómo vestir en el trabajo? En algunas empresas está permitido ir algo más casual. Es más, en algunas «oficinas» quedaría hasta raro ir con traje de chaqueta. Según qué trabajo desempeñemos, existen más alternativas a la hora de elegir la ropa, lo que no significa que descartemos seguir un mínimo código indumentario.
Qué me pongo para ir a trabajar
Puede que el power dress preconizado por los americanos en la década de los 70 y 80 ahora nos resulte obsoleto. Aunque ya queden pocas que vayan de riguroso traje oscuro a la oficina, en el subconsciente de todos siguen existiendo unas normas básicas a la hora de vestir en el trabajo, fundamentales para ganar, por un lado, puntos como empleada y por otro, confianza en una misma:
1. Observa a los demás. Cuando empieces a trabajar en una empresa nueva, observa cómo van vestidas el resto de las empleadas y haz lo mismo. Vestir con más sobriedad, siendo fiel a tu estilo, te hará sentir cómoda.
2. Informal no equivale a descuidada. Recuerda que el estilo casual o informal no significa desmaquillada, con ropa vieja o con el pelo sucio.
3. En el punto medio. Los extremos nunca son buenos para vestir en el trabajo, evita ir ultra fashion. Vistiendo con clásicos actualizados nunca te equivocas.
4. Blazer, la prenda comodín. Aunque tu trabajo sea de corte informal, no subestimes el poder de un blazer, con unos vaqueros y una camiseta blanca para vestir en el trabajo. Tendrás un aspecto más profesional.
5. Cárdigan de punto, la alternativa. Es una buena opción para alternar con el blazer, puede suavizar tu aspecto sin perder respetabilidad para vestir en el trabajo.
6. Arreglada, pero informal. No esperes a que te lo digan, si tienes que tratar con clientes esmera tu vestuario en el trabajo.
7. Evita las transparencias. No dejes vislumbrar tu ropa interior. Nunca lleves ropa transparente para vestir en el trabajo.
8. Faldas, ni mini, ni maxi. La primera por ser inadecuada y la otra por poco profesional para vestir en el trabajo. Si tienes las piernas «enseñables» puedes llevar la falda un poco más corta, pero nunca sobrepases el límite: 2.5 cm. por encima de la rodilla.
9. Viste con tu talla. Elige prendas entalladas o ligeramente sueltas, huye de todo lo contrario para vestir en el trabajo.
10. No enseñes demasiada piel. Dice M. Spillane, la famosa asesora de imagen, «cuanta más piel muestra usted, menos autoridad proyecta». A parte de las piernas y escote también se refiere a los brazos, una manga, aunque sea muy corta, es más apropiada que ir sin mangas al trabajo.
11. Colores neutros. Si no quieres aburrir al resto de personal en el trabajo toma nota: los colores neutros no cansan y los planos combinan mejor con todo. Hagas lo que hagas, jamás te plantees un naranja butano o un amarillo chillón. Si quieres ganar autoridad en el trabajo lleva colores oscuros o juega con los contrastes fuertes de color, descarta los estampados (sobre todo si son enormes) y los tonos pastel o resérvalos para los complementos. Si, por el contrario, lo que necesitas es «ganar amigos» o influir en la gente, elige tonos medios para vestir en el trabajo.
12. Usa complementos de calidad y nunca te pongas un taconazo que te impida andar con naturalidad.
Marina Echánove. Estilista y escritora
Autora del libro Tu estilo. Las claves de la elegancia, la feminidad y la distinción, de Editorial Palabra