Escuchar las peripecias del día de nuestros hijos a veces nos puede resultar cansado, pero si queremos tener una buena relación con ellos es fundamental la comunicación. Esta interacción debe de estar basada tanto en saber expresar nuestras ideas de la manera más clara posible como en escuchar todo aquello que el niño nos quiera decir.
En ocasiones, las vivencias de los niños nos pueden parecer insignificantes a los adultos, que viven absortos en los problemas del día a día. Pero, ¿recuerdas cuando eras joven e ibas a la escuela, que cada momento que vivías lo sentías como único e irrepetible? Durante la niñez y sobre todo la adolescencia, es cuando se construyen las amistades, se adquiere más independencia y es el momento en que la autoestima se refuerza, por ello, los padres debemos de formar parte activa de este proceso de desarrollo en nuestros hijos.
Consejos para escuchar bien a los hijos
Muestra disposición para escuchar
Comunicar a los hijos que los padres, a todas horas y bajo cualquier circunstancia, siempre quieren y están dispuestos a escucharles. En ocasiones no sabemos cómo hacer para que nuestros hijos nos cuenten sus vivencias en la escuela. Muestra interés y disposición a escucharles sea el momento que sea. Es esencial que vean reconocido la importancia que es para ti hablar sobre sus vivencias.
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Ser parte de la familia
Hacerles partícipes en los temas familiares: las alegrías, penas, objetivos, planes, situación económica, etc. Esto les acostumbrará a ir dando sus opiniones y a ser cada vez más abiertos a darlas.
Da importancia a su criterio
Demuestra confianza al pedirles su opinión, y si es conveniente hazles responsable de decisiones que procedan de sus opiniones.
Expresa tus sentimientos
Si desde un principio le haces confidente de tus sentimientos, verán de manera natural expresar sus opiniones, alegrías, cansancios y dificultades y que se adquiere una gran paz interior, cuando se comparten las cosas en su debido tiempo y con las personas adecuadas.
No juzgues lo que te está contando
Todos queremos ser escuchados, pero sin tener que ser juzgados continuamente. Si los hijos tienen bien claro que les vamos a escuchar sin juzgar, seguramente estarán más dispuestos a hablar.
No tengas miedo de escuchar
Escucha todo lo que te quieran decir. Es preferible ser un padre que escucha, aunque duela, a ser un padre que ignora. No tengas miedo de escuchar a sus hijos lo que tengan que deciros, pues como padres, tenemos que estar a las duras y a las maduras.
Cuidado con ser manipulable
Expresar nuestros sentimientos hará que el niño coja más confianza con nosotros pero que también conozca los puntos flacos de cada uno de los padres. Habrá que tener claro el rol de cada padre ya que optarán por dirigirse hacia el más débil para conseguir lo que con el otro cónyuge no conseguirían.
Ante temas importantes
Si el tema que escuchan requiere una respuesta inmediata, y si esta es muy grave o difícil, no dudes en pedir un aplazamiento para estudiarla, consultarla y construirla antes de decirla.
Noelia de Santiago Monteserín
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