Muchas personas sufren tensión, sobrecarga, e incluso bloqueos en la zona de los hombros y cervicales en algún momento de su vida. Esta tensión puede aparecer durante el embarazo y aumentar en el posparto, por los nuevos movimientos que se empiezan a realizar con la llegada del bebé, que implican alzarle de la cuna, alimentarle en brazos, ponerle al pecho para alimentarle o mecerle en brazos.
No es sólo importante conocer ejercicios para relajar los hombros, sino que además, aprender a identificar el origen de la tensión y tomar conciencia de la posición de nuestros hombros pueden ser de gran ayuda para evitar contracturas o bloqueos mayores, que se traducen en los molestos dolores de cuello en el embarazo.
Causas de la tensión cervical en el embarazo
1. A nivel local, un bloqueo en cualquiera de los segmentos puede acabar influyendo en las cervicales. En la columna cervical se insertan músculos de la espalda, hombros, tronco, brazos e incluso mandíbula y, por este motivo, muchas personas con bruxismo (es decir, que aprietan o rechinan los dientes al dormir), se quejan de que al final de la noche notan tensión en la base del cráneo, lo que demuestra la conexión entre ambas zonas.
2. La postura de la embarazada cambia y como consecuencia la posición de la cabeza y cuello también lo hacen. En un edificio en el que aparecen grietas en el último piso es lógico pensar que el problema está en la base, o al menos más abajo del lugar donde aparecen las grietas. A nivel postural, ocurre lo mismo en el resto del cuerpo. Al cambiar la postura de las caderas y tronco con motivo del crecimiento del útero en el embarazo cambia el centro de gravedad y el eje del cuerpo, y es el cuello el que debe adaptarse y esto puede derivar en mayor tensión cervical.
3. Parte de esa tensión cervical puede ser de origen emocional. Situaciones de estrés, tensión o inseguridad, acaban haciendo que nuestros hombros estén elevados o encogidos, y descarguen una parte o la totalidad de su peso en el cuello. La maternidad no está exenta de emociones, miedos e inseguridades. El cuerpo es el vehículo por el cual expresamos nuestras emociones, y los hombros suelen ser candidatos muy frecuentes a acumular tensión.
Cómo descargar los hombros y prevenir dolores cervicales
En cualquiera de los casos, se recomienda tomar conciencia de nuestro cuerpo, y conocer ejercicios sencillos y eficaces, como los que aparecen en este vídeo, para relajar el cuello, evitar tensiones cervicales y contracturas locales en el embarazo.
Por último, recordar que este tipo de ejercicios son recomendaciones para una buena higiene postural, pero es recomendable acudir a un fisioterapeuta especializado en salud de la mujer para obtener una valoración y un tratamiento personalizado. El embarazo y el posparto no son una contraindicación para recibir muchas de las técnicas de Fisioterapia. Un profesional con experiencia académica y profesional en este campo sabrá adecuar el tratamiento a nuestro momento del embarazo de forma totalmente segura.
Lorena Gutiérrez, fisioterapeuta especializada en embarazo, posparto y suelo pélvico.
FisioByM «Fisioterapia para Bebés y Mamás»