Cuando estamos en pareja y debemos hacer frente a un malentendido, pensamos mal o en lo peor de la situación en vez de ir al grano y zanjar el asunto. El temor, la inseguridad o el exceso de prudencia nos limitan y coartan a la hora de expresar nuestros sentimientos. Por eso, antes de hablar el problema, le damos mil vueltas y terminamos con una larga lista de conjeturas sobre la situación.
La escuela europea TISOC Coaching ha hecho público recientemente un análisis sobre cómo las relaciones de pareja pueden verse dañadas e incluso llegar al fracaso por sólo las especulaciones de sus miembros. La falta de comunicación es el verdadero talón de Aquiles de las parejas, explica Pedro Palao Pons, coach Personal y Experto en Comunicación de YISOC Coaching.
Observamos un comportamiento fuera de lo normal en nuestra pareja y en vez de preguntarle en ese mismo instante, optamos por el silencio y nuestro cerebro empieza a funcionar. Lo mejor es abordar la situación directamente. Preguntar a nuestra pareja si le sucede o le preocupa algo soluciona el 90 por ciento de los problemas incluso antes de que lleguen a producirse.
En el estudio se recogen una serie de conjeturas a evitar que dañan peligrosamente a la pareja. «Reconcomerse especulando sobre cosas que simplemente desconocemos es una tarea extenuante que, además de no reportar ningún beneficio, nos aleja de nuestra pareja»
Cinco conjeturas que dañan a la pareja
1. A mi pareja le pasa algo
Desde hace unos días lo encontramos raro y esquivo, ¿qué le pasará? ¿Será por mí? En vez de generar conjeturas que no llevan a ningún lado más que al sufrimiento, cambia las preguntas y dile directamente lo que te preocupa. Quizá la respuesta no te guste, pero desde e el momento en el que la escuches ya no tendrás que inventar respuestas, solo enfréntate a la realidad.
2. ¿Y si…?
La falta de confianza o la timidez a veces limitan nuestro modo de actuar en la pareja, y es ahí donde empiezan a revolotear las siguientes preguntas sin respuesta: ¿y si no le gusta? ¿Y si se molesta? ¿Y si se enfada? ¿Y si…? Tan solo la evidencia y la acción darán respuestas a estas especulaciones.
3. Me va a decir que…
Cuando estamos en pareja no tenemos nada que envidiar a los adivinos y es que a veces pecamos de creer tener el don de la premonición. Cada vez que especulamos sobre qué dirá nuestra pareja si le planteamos una cuestión, un plan, nos estamos anticipando sin necesidad y complicando la vida de forma gratuita. Presuponer cuál será la reacción de nuestra pareja solo nos creará un zumbido mental que nos aparatará de la realidad, por ello, habla y escucha lo que te quiere decir.
4. Seguro que ahora mismo está pensado…
Además, cuando estamos en pareja se nos crea el superpoder de la telepatía. Nos creemos saber de antemano lo que piensa la otra persona sobre cualquier cuestión. Y es que suele ser más fácil pre-ocuparnos que ocuparnos de la situación.
5. ¡Si yo hubiera…!
Conjugar este condicional sobre lo que has hecho o has dejado de hacer no te aportará nada. Lo relevante es lo que ha pasado, lo que hiciste y lo que dijiste. Esa es la herramienta que nos por permitirá alejarnos de pensamientos en pasados que no han existido e invertirlo en futuros posibles.