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Prevenir accidentes en escuelas y guarderías

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Cuando los niños empiezan a ir a la escuela infantil o a la guardería, después de su casa, donde más tiempo pasan es en el colegio, siendo éste el segundo lugar en que con mayor frecuencia ocurren accidentes infantiles. En el centro educativo, el niño se hace más independiente y activo, y es lógico que haya muchas posibilidades de accidente. Los niños deben adquirir ciertos conocimientos, actitudes y hábitos preventivos.

Aunque existe una normativa general, el colegio tiene libertad para atender en uno u otro grado las necesidades médicas de los escolares. Un padre que busque un Centro Educativo debe preguntar si tiene atención médica y valorarlo positivamente.

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Los accidentes más frecuentes en el colegio

– Caídas y golpes: producidas generalmente por el mal estado de los suelos, presencia de obstáculos o una incorrecta disposición del mobiliario. Son más frecuentes en el patio, gimnasio, pasillos o aseos.

– Cortes y heridas: producidos por objetos cortantes o punzantes, o como producto de un golpe o caída.

– Atragantamientos: frecuente en niños y niñas de corta edad, por introducirse objetos pequeños en la boca. 

– Intoxicaciones: por medicamentos, productos tóxicos, o como consecuencia de la ingesta de alimentos en mal estado.

– Picaduras o mordeduras de animales: este tipo de accidente suele ocurrir en espacios al aire libre y es más frecuente cuando se realizan salidas al campo.

Accidentes de tráfico: pueden producirse en el entorno del centro escolar. Su papel en la prevención de este tipo de accidentes debe ser el de realizar actividades de educación vial y la estrecha vigilancia a los niños y niñas más pequeños.

Cómo prevenir los accidentes en la escuela

Tan importante como el entorno físico es el comportamiento de los niños en los usuarios de la escuela, tanto alumnos como profesores. Es muy importante que se respeten las reglas o normas de convivencia. La Comunidad de Madrid ha elaborado una Guía para la prevención de este tipo de accidentes, que resumimos aquí.

Dentro de los recintos cerrados:

– No usar abrillantadores para la limpieza de los suelos.

– Cuidar que siempre haya una buena iluminación en las zonas de trabajo y paso.

– Las escaleras deben tener los escalones bajos y barandilla.

– Las terrazas, azoteas y balcones tendrán barandillas altas y barrotes.

– Las ventanas deben tener cierres altos y ser inaccesibles para los pequeños.

– En los pasillos estrechos, las puertas de los lados se dispondrán de modo que no invadan el pasillo al abrirse.

– Las puertas de cristal deberán llevar alguna señalización.

– Los muebles deben tener esquinas romas. Evitar salientes, aristas…

– Los servicios deben estar dotados un sistema de seguridad que impida quedarse encerrado.

– Vigilar el buen estado de las instalaciones de los aseos: baldosas, portarrollos metálicos, colgadores metálicos; y del gimnasio: espalderas, espejos y acolchado en columnas.

– Los productos tóxicos (limpieza, pintura, pegamentos, etc.), así como los medicamentos se almacenarán fuera del alcance de los niños.

– Vigilar que los extintores estén en buen estado y en lugares conocidos por los adultos.

– Debe existir un botiquín bien dotado y alguien que se encargue de su mantenimiento.

– Es obligatorio que exista un plan de seguridad, de evacuación o emergencia. Realizar con periodicidad un simulacro de evacuación.

En guarderías:

– Los materiales que se utilicen en los acabados interiores serán adecuados a la edad de los alumnos, evitando superficies rugosas, duras o agresivas.

– Los puntos de luz y tomas de corriente estarán protegidos.

-Todas las puertas de uso para los niños estarán protegidas de modo que no puedan pillarse los dedos.

– Las puertas deben diseñarse de modo que al abrirlas se pueda ver si hay un niño detrás.

– Los aseos tendrán la máxima visibilidad posible desde el aula. La mesa cambiador quedará enfrentada al aula de tal forma que el educador vea al mismo tiempo que cambia al niño, lo que sucede en el aula.

– Los radiadores estarán protegidos.

En exteriores:

– Los edificios del centro tienen que estar rodeados por una verja o valla.

– En los patios, hay que suprimir las piedras e instalar zona de arena dedicada al juego para el alumnado de menor edad.

– Se dispondrá de una zona de losetas de caucho que amortigüe las caídas.

– Los toboganes deben llegar a ras del suelo y tener barandillas altas laterales.

– Los columpios deben tener barrotes para que no se puedan acercar otros niños cuando alguien se columpia. Los asientos serán blandos.

– Vigilar el buen estado de los suelos de los patios, bancos de madera, alcantarillado, canalones…

– Comprobar que los accesos externos al colegio son seguros y tienen las señales de tráfico oportunas (semáforos, pasos de cebra, señales informativas de la existencia de escolares…).

Marisol Nuevo Espín

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