Categorías:

Ventajas e inconvenientes del colecho

Tabla de contenidos

Está en la mente de la mayoría de las personas que dormir con un bebé es peligroso; todos hemos oído hablar de alguno que murió estando en la cama de sus padres ¿y si lo aplasto? ¿Y si se asfixia? Mucha polémica del colecho viene dada por su posible asociación con la Muerte súbita del lactante (MSL). 

El 70% de los bebés euro-norteamericanos pasan en algún momento por la cama de sus padres en los primeros 3 meses de vida. Es decir, aunque una madre tenga decidido que no lo va a hacer, la realidad es que es probable que alguna noche, por puro cansancio, lo haga. Y en ese caso debe hacerlo de forma segura.

Respecto a la cuestión de que una madre aplaste a su bebé, sabemos por los estudios de McKenna que las madres que dan el pecho adoptan cierta postura en torno a sus bebés, formando un nido protector que impide que el bebé se aleje de ellas. Además, si la madre queda profundamente dormida en esta postura su cuerpo se relajará hacia atrás y nunca sobre el bebé. En esta postura el bebé queda boca-arriba cuando termina de mamar.

Dormir con el bebé NO aumenta el riesgo de muerte súbita si…

– Recibe lactancia materna.
– Duerme junto a su madre sobria y no fumadora.
– Dormita sobre una superficie segura (una cuna de colecho o una cama de colchón firme, sin edredones ni almohadas que puedan caer sobre el bebé ni espacios donde pueda quedar atrapado).
– El bebé está boca-arriba y sin exceso de ropa.

Dormir con el bebé SÍ aumenta el riesgo de muerte súbita si…

– La madre ha fumado durante el embarazo y/o continúa fumando (aunque no lo haga en presencia del bebé).
– El bebé es alimentado con fórmulas en biberón.
– La madre ha tomado drogas o alcohol en el momento de acostarse con el bebé.
– La madre se acuesta con el bebé en un sofá u otra superficie no segura (un colchón muy blando, o una cama en la que el bebé pueda quedar atrapado entre la cama y la pared; exceso de almohadas o edredones, etc.).
– El bebé es tumbado boca-abajo, o está excesivamente abrigado.

A la vista de los datos que tenemos en el momento actual, si se da alguno de estos puntos es preferible que el bebé duerma en una cuna normal, cerca de su madre, pero no en la misma cama ni en cuna de colecho.

Si duerme en nuestra cama, nunca le podremos sacar

La necesidad del bebé de dormir con sus padres es una parte normal de su desarrollo. Todos los niños aprenden en su momento a dormirse solos. Se piensa que si esto no ocurre a una edad muy temprana nunca ocurrirá, o que si un bebé de pocos meses no es «capaz» de dormirse solo es que le ocurre algo a él o a sus padres (que no son «capaces» de ponerle límites). También se piensa que si un bebé o un niño pequeño duerme con sus padres, nunca aprenderá a ser autosuficiente ni independiente.

Irónicamente, no sólo NO se han demostrado los beneficios de conseguir que un bebé se duerma solo, sino que cada vez hay más datos sobre lo contrario.

En cualquier caso, es simplificar el decir que el lugar en el que duerme un niño produce un cierto «tipo» de persona. Es más adecuado pensar que la forma en que se duerme es parte de un sistema de relaciones familiares determinado en el que se educa al niño. Si existe una relación sana y adecuada entre los padres y el hijo, éstos verán claro el momento en que, familiarmente, conviene sacar al hijo de su cama o de su habitación. Y le podrán educar en esto como en tantas otras cosas.

Carmela Baeza. Médico de Familia. Sexóloga. Centro de Atención a la Familia Raíces.

Te puede interesar:

El colecho y sus beneficios para el bebé

Vídeo: el colecho, ¿una noche sin dormir?

Otros artículos interesantes