Las mochilas ergonómicas son posiblemente los portabebés más económicos, cómodos y fáciles de usar. No requieren de aprendizaje de ninguna técnica de anudado para colocarlo o sujetarlo correctamente y gracias a sus múltiples ajustes en cintura y hombros, pueden adaptarse sin dificultad a cualquier tipo de porteador, independientemente de su estatura o corpulencia.
Para llevar correctamente un portabebés, tu bebé en la mochila debe ir cómodo. Por este motivo, se ha de tener cuidado con el tipo de mochila que se elige. Hoy en día, existe una gran variedad de mochilas portabebés en el mercado, y ni las tiendas ni los fabricantes informan adecuadamente de sus características. Por esta razón, lo más importante a la hora de decidirse a comprar un portabebés es que ha de ser ergonómico, es decir, se debe adaptar a la fisonomía tanto del bebé como del que lo lleva, repartiendo el peso de forma homogénea para todos los grupos musculares.
El portabebés debe cuidar la postura del niño
Otro aspecto importante a la hora de llevar correctamente un portabebés ergonómico es que cuide la postura del niño manteniendo su posición fisiológica, es decir, respetando la curvatura natural de la espalda y en posición de ranita (o forma de M): sentado sobre su culete, con las piernas flexionadas y las rodillas ligeramente más altas.
Una mochila portabebés que no respete estas premisas puede hacer que se fuercen las caderas y existe un alto riesgo de que se deforme permanentemente la articulación, provocando displasia o dislocación de cadera. Un dato a tener en cuenta sobre todo cuando se llevan las piernas extendidas, en contraposición con la posición fetal, es decir, cuando miran al exterior.
Hay mochilas portabebés especializadas para llevar al bebé durante las diferentes fases de su desarrollo, desde los recién nacidos hasta los bebés que superan los 15 kilos de peso. Los precios van desde los 60 € hasta los 14 0€ aproximadamente, en función del modelo o marca.
Sheila Tabernero.Autora de Blog de una embarazada que ya es mamá