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Excursiones en familia por el bosque

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Muchas veces hemos oído hablar de la península como un «mini-continente», debido a la diversidad de climas que podemos encontrar. Esta variedad climática trae consigo una abundancia de diferentes especies vegetales que hacen que muchos paisajes sean únicos para visitar e ir de excursión en familia para enseñar a los niños el valor del amor por la naturaleza.

Te animamos a realizar algunas de estas excursiones en familia por el bosque y visitar algunos de los árboles más emblemáticos de nuestros bosques y campos.

Bosques y árboles para enseñar a los niños

Bosque mediterráneo (Andalucía, Valencia, Murcia, Cataluña y centro peninsular)
Los árboles y demás vegetación de ésta área geográfica está preparada para soportar varios meses de aridez al año. Podemos encontrar las siguientes especies:

– Encina. La encina es el árbol mediterráneo por excelencia. Su copa es redondeada y el tronco, corto, grueso y rugoso. Muy resistente, aguanta bien la escasez de agua, incluso es capaz de «renacer» tras incendios y talas. Sus hojas son duras y pequeñas, y su fruto, la bellota, es bien conocido por todos por ser el principal alimento de los cerdos ibéricos. Los encinares forman parte de las dehesas que se utilizan para la ganadería, una forma muy eficaz de combinar esta actividad con la ecología.

– Alcornoque. Su gruesa corteza es utilizada para producir corcho y por este motivo, se cultiva en grandes extensiones. Aunque se parece mucho a la encina y también da bellotas, es esta corteza lo que le diferencia. Las hojas son lobuladas o aserradas, y su aspecto se vuelve achaparrado cuantos más años tiene.

– Olivo. El olivo lleva consigo una fuerte carga simbólica: además de la paz, también representa la victoria y la castidad. En Roma, los nuevos esposos llevaban coronas de olivo, y también era el atributo de los guerreros. Un olivo herido por un rayo era considerado un mal presagio que anunciaba que la paz iba a romperse.
Es una especie típicamente mediterránea, adaptada al calor. Sus hojas puntiagudas son fáciles de reconocer, al igual que su aspecto general, con un tronco corto, grueso y retorcido. Su fruto, la aceituna, es muy apreciado en nuestra gastronomía, ya sea para ser consumido tal cual o para la producir aceite.

– Pino. Este árbol está presente en prácticamente toda la península, y cuenta con numerosas especies. Es muy fácil de distinguir por su esbeltez, hojas como agujas, tronco resinoso la mayoría de veces y por las piñas que produce, donde están alojados los piñones, su fruto. Los bosques de pinos se caracterizan por no contar con muchos arbustos ni hierba en el suelo, que se encuentra prácticamente desnudo debido a la acidez que aportan los pinos y que no deja crecer a otras plantas.

Bosque mediterráneo, en Granada
Un ejemplo de bosque mediterráneo lo tenemos en el Sendero Cerro del Maullo, en el parque natural Sierra de Huétor (Granada).
Se trata de un sendero de poca dificultad para el caminante, y a lo largo de éste podemos ver pinos resineros, cedros y cultivos de olivar abandonados. Las vistas sobre la cara norte de Sierra Nevada son inmejorables.
Más información: 958 540 426

La España húmeda (Norte peninsular)

En esta zona de la península, que va desde la cornisa cantábrica hasta el centro, los árboles que necesitan humedad encuentran el lugar idóneo para poder crecer.

– Roble. Además de en el norte y el centro de España, puede aparecer en zonas frescas del clima mediterráneo. Se distingue fácilmente por sus hojas blandas, caducas y de borde lobulado, además de por su fruto, unas bellotas muy parecidas a las de las encinas. En Galicia recibe el nombre de carballo; carbayu en Asturias y cajiga en Cantabria. Su madera es muy apreciada, aunque por su lento crecimiento no es el favorito para la selvicultura, como sí lo es el eucalipto.

– Haya. Robusta y muy alta, la haya busca lugares sombreados para crecer. Sus hojas son ovaladas, con el borde ondulado y los nervios laterales muy marcados. Su corteza destaca por ser lisa durante toda la vida del árbol, y por su color gris ceniciento o blanquecino. Su fruto, el hayuco, sabe a pipa de girasol.

– Eucalipto. Conocido por su origen australiano y ser el principal alimento de los koalas, este árbol llegó a España en 1846, a través del envío de semillas por parte del padre Rosendo a su familia gallega cuando éste se hallaba en Australia. A pesar de no ser una especie autóctona, está muy presente en Andalucía, Galicia, Extremadura y la cornisa Cantábrica. Son árboles muy altos, delgados y esbeltos. Las hojas adultas se distinguen por tener forma de hoz y buen olor. Se utiliza para la producción de madera, ya que su crecimiento es muy rápido.

Bosque de Moal, en Asturias
Un recorrido representativo de los bosques de la España del norte es la ruta del Bosque de Moal, en Cangas de Narcea (Asturias)
Castaños, robles y hayas nos rodean a lo largo del recorrido. En un tramo del bonito y fresco paraje podemos contemplar las «corripas», construcciones circulares donde se guardan los erizos del castaño para que estos maduren y su fruto se desprenda fácilmente. En el mirador de Montecín se puede contemplar el pueblo de Moal, el puerto de Connio y la Reserva de Muniellos.
Más información: 985 811 498 y www.fuentesdelnarcea.org

Conchita Requero

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