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Jugar con disfraces

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El juego con disfraces es una rica fuente de aprendizaje con múltiples beneficios para el desarrollo y crecimiento de los niños. Aprender a ser es la filosofía de jugar con disfraces que introduce a los niños en las reglas sociales, la empatía y la expresión de sentimientos. Los disfraces comparten con otros juguetes importantes beneficios para los niños.

Jugar con disfraces contribuye al desarrollo de la imaginación, la simbolización, el desarrollo del pensamiento abstracto, la socialización y la atención. Cuando un niño/a se disfraza de enfermera, capitán de barco, princesa, bombero o policía está imitando, y en consecuencia, aprendiendo comportamientos y normas relacionados con la vida adulta.

El juego simbólico a través de los disfraces

Al jugar con disfraces, estas habilidades propias del juego simbólico se desarrollan especialmente en niños a partir de los 3 años, un momento clave en el desarrollo de su sociabilidad, que manifiestan cuando empiezan a exteriorizar sus sentimientos durante el juego. Más adelante, a partir de los 6 años, los niños ya son capaces de crear mundos imaginarios en sus juegos en los que el disfraz es el mejor compañero de juegos y buen aliado para crear nuevas aventuras.

Por este motivo, la Fundación Crecer Jugando recomienda el juego con disfraces durante todo el año, no solamente en Carnaval, que es la fiesta del disfraz por excelencia, donde los niños y los adultos disfrutan asumiendo identidades propias de otros.

Los beneficios de jugar con disfraces

Cuando los niños se disfrazan juegan a ser actores. Desde la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes AEFJ, se asegura que «el objetivo de disfrazarse no es solamente «vestirse de», los niños también quieren parecerse a sus ídolos y héroes.

Disfrazarse es para los niños una forma de vestirse igual que su personaje favorito, y una forma de imitar comportamientos y expresiones que ven reflejados en su personaje de forma habitual. De este modo, adquieren jugando y sin darse cuenta el aprendizaje que el juego simbólico aporta a su crecimiento. Gracias al juego con disfraces se fomenta la interacción y cooperación con otros niños que también representan personajes, introduciendo en el juego normas sociales y fomentando la empatía.

Precauciones para comprar disfraces

Los disfraces se pueden hacer en casa, pero si prefieres ir a la tienda antes de comprar un disfraz original para los niños, es preciso tener en cuenta las recomendaciones de seguridad a la hora de realizar la compra de disfraces para permitir que el juego se desarrolle de forma totalmente segura y sin entrañar ningún tipo de riesgo para el niño.

Cuando los disfraces van dirigidos a niños de entre 1 y 14 años, es importante que:

–   El disfraz lleve el marcado CE, con el que el fabricante declara la conformidad con la legislación aplicable, como la no inflamabilidad de los tejidos o la composición química de los cosméticos.

–   Se compruebe que no hay cordones que puedan hacer lazo cerca del cuello o cabeza, y que las máscaras que cubran completamente la cabeza tengan un área de ventilación suficientemente grande para evitar cualquier riesgo de asfixia.

–   El etiquetado de los cosméticos incluya la descripción de los componentes, fecha de caducidad y datos de contacto del responsable del producto.

–   Los disfraces que simulan equipos de protección (cascos, gafas…) deben advertir de que el producto no ofrece protección real.

Marisol Nuevo Espín

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