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Agua, ¿qué cantidad deben beber los niños?

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Las necesidades de agua y líquidos en niños y adultos son muy diversas y varían en función de la edad, sexo, tipo de alimentación, clima, ejercicio, vestimenta, etc. La European Food Safety Authority (EFSA) ha publicado los valores de referencia de ingesta adecuada de líquidos por grupos de edad, estableciendo 1.600 ml/día para niños de entre 4 y 8 años, frente a los 1.900 ml/día recomendados para niños y 2.100 ml/día para niñas, de entre 9 y 13 años.

En el caso de adolescentes y adultos, establece una ingesta de 2 litros para las mujeres y 2,5 litros para los hombres, siendo esta recomendación similar para los ancianos, ya que en ellos se deteriora la capacidad para conservar el agua en el organismo, y se pierde la sensación de sed.

La EFSA recomienda, asimismo, que las mujeres embarazadas aumenten su ingesta de líquidos en función al aumento en el consumo de energía que realicen, y para las mujeres en periodo de lactancia, que este incremento de líquidos sea de 700 ml/día, en relación a las mujeres no lactantes de la misma edad.

Hidratación, esencial para la vida

La función esencial del agua y de las bebidas líquidas en general es ayudar a hidratar. En concreto, el agua es un nutriente esencial para el mantenimiento de la vida y la regulación de la temperatura corporal. Además, el agua constituye la base estructural de los seres vivos, es el medio para el transporte de materiales de nuestro cuerpo, sirve para aportar nutrientes a los tejidos, actúa como disolvente para las reacciones químicas y sirve para eliminar las sustancias de deshecho, entre otras cosas.

El agua supone entre el 50 y 60 por ciento del peso corporal total del ser humano, y aproximadamente entre un 5 por ciento y un 10 por ciento es eliminada cada día a través de pérdidas obligatorias (respiración, sudoración, diuresis y por heces). Se trata de un nutriente esencial para la vida. La hidratación es esencial para el buen funcionamiento de numerosas funciones de nuestro organismo.

Tipos de deshidratación en niños y adultos

Alrededor del 80 por ciento de la ingesta diaria de agua se obtiene de las bebidas y el 20 por ciento de los alimentos, especialmente las verduras y frutas. En la actualidad se han definido unos grupos de especial riesgo de sufrir deshidratación: niños, ancianos, embarazadas o en periodo de lactancia, deportistas, y en general aquellas personas que trabajan en ambientes cálidos y realizan un trabajo físico intenso (construcción, minería, bomberos, etc).

La deshidratación puede aparecer debido a un aumento de necesidades (calor excesivo) o de pérdidas (diarrea, por ejemplo). Así, se han definido distintas gravedades y tipos de deshidratación en función de la cantidad de líquido perdido, la rapidez de la pérdida, y la pérdida paralela de solutos/ electrolitos. El tipo de deshidratación dependerá del porcentaje de la pérdida de peso. Se considera leve cuando se trata de un descenso del peso corporal del 1 al 3 por ciento, y severa, cuando la pérdida es mayor del 5 por ciento.

Síntomas de deshidratación

Básicamente se centran en un incremento en la fatiga, una dificultad de discriminación y pérdida de memoria cuando se sufre una deshidratación moderada (2,8% de pérdida de peso). Las alteraciones del sistema nervioso central aparecen en asociación con un volumen celular cerebral disminuido e incluyen alteración del estado mental, debilidad, excitabilidad neuromuscular y déficits neurológicos. Simplemente la ausencia de ingesta de líquidos durante 24 horas condiciona un descenso en las habilidades mentales y psicomotoras, a partir de las 9 horas y se han constatado descensos en el rendimiento que comienzan a ser estadísticamente significativos.

Marisol Nuevo Espín

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