La dermatitis atópica, muy común en niños, se produce por un déficit en la producción de ceramidas de la piel. Las ceramidas son una familia de lípidos naturales, gracias a ellas las células se mantienen unidas y fuertes. Al haber menos ceramidas en la piel, se produce una disminución de la función de defensa de la piel del bebé, que puede provocar inflamación, picor, enrojecimiento y sequedad.
En general, la dermatitis atópica cursa a brotes, es decir, hay periodos agudos de la enfermedad y periodos de remisión. El principal consejo, sobre todo, en el caso de los niños, es evitar rascarse para no empeorar la situación de la piel.
Consejos para cuidar las pieles atópicas
Para intentar reducir el número de brotes al mímico y tener un cuidado específico de esta piel, te proponemos los siguientes consejos:
1. Adopta una rutina de higiene suave apropiada para la piel del niño.
2. Los baños deben ser cortos y con agua templada, utilizando productos de higiene específicos para este tipo de pieles.
3. Seca su piel con suavidad, con pequeños toquecitos en lugar de frotar.
4. Evita utilizar toallitas para el rostro y corta bien las uñas para evitar dañar en el rascado.
5. Aplicar diariamente un producto emoliente. Utiliza productos de rápida absorción, para vestirle rápido.
6. Al lavar la ropa de tus niños, no uses suavizantes o productos que contengan fosfatos, y acláralo abundantemente.
7. Opta por prendas hechas de algodón, en lugar de lanas y tejidos sintéticos.
8. Escoge cuidadosamente el entorno de vida de tus niños (polvo, ácaros, humedad…).
9. Asegúrate de que tu niño sigue una dieta variada desde los 6 meses, introduciendo un alimento nuevo cada semana.
10. Elige una dieta sana; libre de conservantes, colorantes y otros aditivos.
Marina Berrio
Fuente: La Roche-Posay