Para los niños las cosas parecen caer del cielo. Por ello, deben de comprender que el dinero será la herramienta que les permitirá comprar, y que éste se consigue con trabajo y esfuerzo. Pero, ¿cómo hacerlo? Enséñales desde pequeños a dar valor a sus pertenencias y a cómo gestionar los gastos.
Según un estudio de la Universidad de Cambridge, los buenos hábitos financieros de los adultos se crean desde temprana edad. Si desde pequeños hemos sido acostumbrados a ahorrar y a gastar inteligentemente en las cosas que realmente necesitábamos y no en las que queríamos, seremos unos adultos financieramente responsables.
Los psicólogos y pedagogos creen que los niños que han sido enseñados por sus padres a gestionar ingresos y gastos están más preparados para el futuro.
Medios para enseñar a ahorrar a los niños
– Establece una paga semanal o mensual. Así, los niños aprenderán a organizar y gestionar su dinero, de la misma manera que hacen los adultos con el sueldo.
– Compartir e intercambiar pertenencias. Enseñará a los niños el concepto de valor.
– Hacer tareas extra. La realización de otras tareas como bajar la basura, ayudar a guardar la compra del supermercado, puede suponer una buena oportunidad para apremiarles con dinero y así fomentar a que descubran el valor del esfuerzo.
– Guardar su dinero en la hucha. La hucha es en el mejor aliado en el ahorro infantil, les da un medio en dónde depositar el dinero ganado por sí mismos y y poder ver la evolución de sus ahorros.
– Gastos necesarios y superfluos. Es importante establecer la diferencia entre necesidad y capricho.
– Dar ejemplo. Los niños se enteran de todo y copian las conductas de sus padres, por lo que si les hablas de la importancia del ahorro y no eres capaz de demostrarlo, será difícil que tomen este hábito y te crean.
Valores que adquieren los niños al ahorrar dinero
– Enseña a postergar la gratificación. Les enseña a esperar pacientemente para recibir una recompensa. No se convertirán en niños consentidos, ni cogerán rabietas por desear que se les compre cualquier cosa.
– Ayuda a gestionar sus emociones y evita que en el futuro adquieran conductas perniciosas con respecto al dinero, como gastar más de lo que poseen o convertirse en compradores compulsivos.
– Tomar decisiones con responsabilidad. Deben de tomar las decisiones sobre cómo administrar el dinero. De esta manera, aprenden, por medio de ahorrar, a tomar iniciativas cada vez más acertada con respecto al manejo del dinero.
– Ayuda a establecer metas y los motiva a trabajar con un objetivo. Si el niño desea un juguete, o algo con mucha fuerza, ahorrará el dinero que ha conseguido con el esfuerzo durante las tareas, con la perspectiva de lograr su meta en el futuro.
– Muestra el valor del esfuerzo y la recompensa. Ahorrar conlleva un esfuerzo y un sacrificio. Por eso, cuando comencemos a enseñar a los niños sobre el ahorro, es importante que se planteen unos objetivos específicos: comprarle una bicicleta, un juego… El propósito es que la recompensa les proporcione una satisfacción y que el ahorrar merezca la pena.
– Enseña a ser previsores. Ahorrar también significa guardar dinero para el futuro.
Marisol Nuevo Espín
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