Tener una televisión en el dormitorio puede aumentar el riesgo de obesidad en los niños, según ha evidenciado un estudio del Centro de Investigación Biomédica Pennington en Baton Rouge de Los Angeles (Estados Unidos) que ha sido publicada en ‘American Journal of Medicine’.
En concreto, el autor principal de este trabajo, el doctor Peter T. Katzmarzyk, plantea la hipótesis de que «los altos niveles de audiencia televisiva y la presencia de un televisor en el dormitorio se asocian con un depósito específico de adiposidad y con el riesgo cardiometabólico».
Para él, la asociación establecida entre la televisión y la obesidad se basaba hasta ahora en el índice de masa corporal, sin embargo, la asociación entre la televisión y la masa grasa «es menos conocida». Por ella, y tras concluir el estudio, indica que «más de dos horas de televisión al día aumentan significativamente el tamaño de la cintura de los niños».
No obstante, los menores estadounidenses de entre 8 y 18 años se pasan una media de 4,5 horas delante del televisor, explica. De ellos, «el setenta por ciento tienen una televisión en el dormitorio y alrededor de un tercio de los que tienen entre 6 y 19 años tienen obesidad», expone.
TAMBIÉN SE RELACIONA CON COLESTEROL ELEVADO EN LA ETAPA ADULTA
Además, tal y como evidencian trabajos anteriores, el tiempo de ver la televisión durante la infancia y la adolescencia continúa en la edad adulta, «lo que se traduce en exceso de peso y colesterol elevado», indica. Por ello, se decidió a evaluar a 369 niños de entre cinco y 18 años entre el año 2010 y el 2011.
Estos menores presentaban un índice de masa corporal elevado a causa de «la circunferencia de sus cintura, su presión arterial en reposo, sus triglicéridos en ayunas, sus lipoproteínas de alta densidad de colesterol y glucosa, su masa grasa y su grasa del estómago», señala. De todos los participantes, lo que afirmaron tener televisor en su habitación presentaron «más grasa y masa de tejido adiposo subcutáneo, así como una mayor circunferencia de la cintura», observa Katzmarzyk.
Por ello, se deduce que los menores con un aparato de televisión en su dormitorio y que ven la televisión más de dos horas al día «tienen hasta 2,5 más probabilidades de tener altos niveles de masa grasa», manifiesta. Sin embargo, poseer una televisión en la habitación no sólo está relacionado con la obesidad, ya que también puede provocar «una menor cantidad de sueño».
Así lo explica la coautora del estudio, la doctora Amanda Staiano, que concluye afirmando que un televisor en el dormitorio de un menor «puede crear perturbaciones adicionales a los hábitos saludables».