Todos recordamos al llegar a la edad adulta los cuentos que nuestro padre, nuestra madre o nuestro hermano nos contaban para ir a dormir, y a través de esos recuerdos podemos evocar las emociones que nos hacían sentir. Los cuentos son un instrumento precioso para despertar en los niños esas emociones y esa ilusión que todos hemos sentido de pequeños.
Con los cuentos se fomenta la imaginación de los niños y se les ayuda a exteriorizar sus propios temores, miedos y angustias al verse reflejados con los personajes de los libros. Es una forma ideal de reflejar la realidad de una manera más alegre y comprensible para un niño, además que supone un primer acercamiento a la lectura y a la importancia de la cultura.
Por otro lado, no hay mejor manera de compartir tiempo con tu hijo que estando con él en los últimos momentos del día colaborando en que sus sueños sean los más dulces posibles.
La transmisión de los valores en los cuentos infantiles
Los cuentos son el mejor diccionario infantil para aprender los ideales más adecuados para los niños. Suelen mostrar una moraleja, es decir, una enseñanza o lección para la vida humana basado en la moral. Son un vehículo fundamental para enseñar los primeros valores que tiene que conocer un niño: el amor, la amistad, el respeto, la sinceridad… Se convierten así en una buena ayuda en la educación de los padres para con los hijos.
Los cuentos fomentan la reflexión y la creatividad de los menores. A medida que el padre o la madre cuenta el cuento el niño va recreando en su imaginación un mundo de fantasía, con lo que se consigue incrementar la inteligencia y que la mente trabaje más rápido. Además permite el enriquecimiento del lenguaje y de la expresión verbal.
Es muy importante también la forma de contar el cuento para conseguir despertar la expectación del niño. El tono y los gestos que utilicemos serán determinantes para que crezca su interés por la lectura y se consiga captar su atención.
El papel de los personajes
Normalmente, los cuentos infantiles cuentan la historia de un protagonista, que suele ser un niño al que le suceden una serie de retos y vicisitudes en los que tendrá que dar lo mejor de sí mismo para superarlos. Se suele elegir la figura de un niño para que se sientan más identificados, ya sean humanos o animales. El protagonista siempre vendrá acompañado de su familia o de sus amigos, sobre los que reflejará los valores que se esperan que los niños aprendan. Y cómo olvidarnos del malo del cuento, aquel contra el que el protagonista se enfrenta para que procurar que siempre triunfe el bien.
Cómo fomentar la lectura de los cuentos infantiles
Son tantas las ventajas que ofrecen los cuentos que la presencia de estos en casa tiene que ser lo más temprana y habitual posible. Para fomentar la lectura de tus hijos, es bueno que desde muy pequeños vean libros en casa y que observen cómo los padres los usan. Es bueno tener un rincón en casa destinado a la lectura e invitar al niño a que forme parte de él.
Cuando el hijo se haya aficionado a la lectura en casa, es muy importante procurar que mantenga la afición fuera de esta apuntándole a teatro, a sesiones de cuento… y siempre sin olvidar el cuento de antes de dormir.
Ana Vázquez Recio