Lo digo sin ambages: estoy escandalizada con la noticia que viene de Inglaterra y que cualquier día llegará a casa.
Según dice la información, las niñas de seis colegios del condado de Oxfordshire «podrán solicitar la píldora del día después mediante un SMS en virtud de un programa que se iniciará el próximo mes de julio».
La idea es frenar los embarazos adolescentes y por ello la administración les concederá la píldora a las chicas directamente, sin mediar ningún trato humano y al margen del conocimiento de los padres. Es decir, el papá-Estado hará de tutor indirecto de las adolescentes vía teléfono, y convertirá la relación padres-hijas en una brecha insalvable que la administración decide saltarse por gracia de su graciosa majestad. Y no hablamos de chicas de 18 años, sino de edades a partir de los 11 años, es decir, de auténticas criaturas. Lo siento, pero esto no me parece ni avanzado, ni progresista, y desde luego nada bueno.
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