Todos recordamos a muchos de los profesores con los que hemos compartido aula. A algunos, de forma positiva y con afecto y a otros con reproches o malestar.
La relación entre profesor y alumno es un vínculo potencialmente inspirador que puede orientar, reforzar y sacar lo mejor de cada niño. Son muchos los profesores que conocen del papel tan importante que ocupan en la vida de sus alumnos y actúan desde el privilegio y la responsabilidad que supone. Algunos aspectos que podemos tener en cuenta en el ejercicio profesional son:
Educadores como modelo
Las actuaciones de los profesores son un referente para los escolares. Los alumnos perciben lo que hacen y dicen los profesores y tienden a imitarlos. La influencia es muy amplia, va desde el modo de relacionarse, las actitudes, los valores, la interpretación emocional de situaciones, etc.
Los maestros son conscientes de esto y utilizan el modelado (proceso de aprendizaje a través de la observación, en el que la conducta de un sujeto, actúa como estímulo para generar conductas, pensamientos o actitudes semejantes, en otras personas que observan su actuación) como método para enseñar nuevos contenidos, pero ¿qué sucede con aquellas cosas que estamos transmitiendo de manera no intencional?
Leer más: El Confidencial