Es propio de los niños pequeños resistirse a recoger cuando ha acabado el tiempo de juego. La habitación de juego, el jardín o el lugar donde estén jugando suele estar desordenado, pero los niños no generan desorden a conciencia, sino que ellos van sacando juguetes sin guardar nunca los que están dejando de utilizar.
Esto se debe a que los niños cuando son pequeños no han aprendido la importancia del orden, pues cuando juegan únicamente se dedican a imaginar y a pasárselo bien, sin atender a sus pequeñas responsabilidades.
Por ello, es muy importante que los padres enseñen que todas las cosas deben de volver a su sitio cuando dejen de ser utilizadas sin que tengan que colocarlas papá o mamá. Son ellos, los causantes del desborden, los que deben volver a poner cada cosa en su lugar, y esto lo aprenderán mejor cuanto antes se les enseñe y cuanto más se elogie sus esfuerzos y buenas acciones en cuanto al orden.
¿Qué hacer para que los niños recojan?
1. Empezar cuanto antes. Si les enseñamos que después de jugar con un juego lo primero que hay que hacer es guardarlo antes de coger otro evitaremos que se vaya generando cada vez mayor desorden. Cuanto más pequeños le enseñemos esta idea, menos hábito de desorden tendrán y más acostumbrados estarán a recoger sus cosas, convirtiéndolos así en personas organizadas.
2. Cada cosa en su sitio. Para ayudar a los niños a poner las cosas en orden, es aconsejable comprar cajas de plástico grandes, de colores o poner estanterías en su habitación donde puedan poner y clasificar los juguetes. Así aprenderán mucho más rápido y sabrán exactamente dónde deben poner sus cosas cuando les pedimos que recojan.
3. Ser concretos y específicos. En lugar de pedir que recojan su habitación debemos decirles qué es exactamente lo que deben de recoger, simplificando al máximos sus instrucciones para que sean capaces de seguirlas más fácilmente.
4. Restringir ciertas actividades a un lugar concreto. Hay actividades que deben desempeñarse en un sitio específico para evitar el desorden. Por ejemplo, es aconsejable que si los niños usan pinturas, lo hagan en lugares donde manchar no sea tan problemático.
Estrategias que funcionan cuando no quieren recoger
1. Exigir orden en función de su edad. Los niños tiene capacidades limitadas, de manera que no se les puede pedir lo mismo que se le puede exigir a una persona adulta. Cuando se niegan a recoger, hay que condicionar la diversión al orden, es decir, que si quiere ver los dibujos tiene que haber recogido primero los juguetes.
2. Ayudarles a recoger. Hay veces que el desorden que han ocasionado puede ser excesivo para sus capacidades, por lo que será necesaria nuestra ayuda. Con esto también conseguimos fomentar conductas como ayudar, colaborar o compartir, conductas que tienen que aprender y que serán beneficiosas para su futuro.
3. Jugar a recoger. Podemos hacer que la tarea sea divertida convirtiéndola en un juego, así lo aprenderán mejor y no rechistarán tanto cuando tengan que hacerlo. Es muy importante recordar que hay que elogiar sus avances para motivarles a que desempeñen la tarea con más facilidad.
Marina Berrio
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