MADRID, 31 Julio
Las agresiones de hijos a padres representan un 8 por ciento de los delitos cometidos por los menores infractores de la Comunidad de Madrid, según datos de la memoria de la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor (ARRMI) de 2011.
Acompañada por el fiscal superior de Madrid, Manuel Moix, la consejera de Presidencia y Justicia, Regina Plañiol, ha detallado en una rueda de prensa los datos del documento. Un año más, las cifras reflejan que la delincuencua cometida por los menores desciende gracias al esfuerzo de la Comunidad de Madrid en este ámbito, así como por la eficacia policial.
En su intervención, Moix ha celebrado la bajada de los delitos cometidos por menores, si bien ha destacado que ha habido un aumento respecto a delitos como maltrato familiar o atentado a la autoridad. En este punto, ha atribuido estas cifras al «desapego» de los chavales a los valores que representan la autoridad tanto de agentes, maestros o padres, lo que a su juicio es «un reflejo de la sociedad».
Durante el pasado año se produjeron 2.564 altas de menores, quienes cumplieron 2.796 medidas judiciales. Si a estos sumamos las medidas que ya se estaban cumpliendo del año anterior, pasaron por la Agencia un total de 4.102 menores, que cumplieron 5.005 medidas judiciales.
Respecto a las medidas dadas de alta, 575 corresponden a Reparaciones Extrajudiciales (un 20,6%), 1.852 fueron medidas en Medio Abierto (66,2%) y tan sólo 369 fueron de internamiento (el 13,2%) en uno de los 9 Centros que dispone la Comunidad de Madrid, que afectaron a 337 menores.
Por su parte, Plañiol ha destacado que «estos datos siguen colocando a la Comunidad de Madrid como una de las regiones con menor número de menores condenador e infracciones penales de España, al igual que ya ocurrió el año pasado en el que fue la Comunidad que menos índice presentó en ambos aspectos. Además, ha destacado que el 90% de los menores «no vuelven a delinquir».
Entre las medidas de medio abierto, el 56% de las mismas se cumplen en régimen de libertad vigilada, mientras que entre las medidas de internamiento, predomina, con un 60% el régimen semiabierto, y sólo un 15% corresponden a régimen cerrado.
PREDOMINAN LOS ROBOS CON VIOLENCIA
Entre los delitos cometidos en 2011, predomina el robo con violencia (21%), seguidos de los delitos de lesiones o agresión, el 14%, el robo con fuerza (12%) y el hurto, con un 11,5%.
Asimismo, el maltrato familiar ascendente (de hijos a padres) ocupa el 8% de los delitos. Por el lado contrario, los menos numerosos con los que hacen referencia a homicidios, delitos de carácter sexual o tráfico de drogas, que entre los tres sólo suman el 1,5% del total de los delitos.
En régimen de internamiento, el robo con violencia más el de intimidación supera el 40% y el maltrato familiar ascendente está en segundo lugar con el 18% de las medidas. En este régimen, los delitos menos cometidos son los mismos que en medio abierto.
El perfil de los menores atendidos en medio abierto en 2011 fue de un 14,4% de población femenina, de una media de edad de 17,5 años y nacionalidad española (60%). Además el 23% fueron de nacionalidad latinoamericana y el 9% magrebíes.
UN DESCENSO EN EL NÚMERO DE ALTAS
Por cuarto año consecutivo se reduce el número de menores tratados en la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor. Así, con respecto al año 2010, el pasado año se produjeron un 5% menos de ingresos en los Programas de la ARRMI. La tipología de delitos también desciende. Así en homicidio o asesinato, desciende un 35,7% respecto a 2010, un 27% en delitos de carácter sexual, un 14,6 en delitos de lesiones y un 1,8% en robos.
La práctica de actividades y talleres en cada uno de los Centros con los que cuenta la Comunidad de Madrid es fundamental en el proceso reeducativo de los menores infractores y una de las claves para mantener el éxito de la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor (ARRMI).
Así, el 90% de los menores que han pasado por estos Centros y otro tipo de programas de la Agencia del Menor, no vuelve a reincidir. «Pero no se trata sólo de que no cometan delitos, sino de aportarles las bases para una vida saludable y responsable», ha destacado Plañiol.
Así, en los diversos centros se desarrollan programas para tratar los casos de maltrato familiar, violencia en la relación de pareja, agresores sexuales, atención a madres con hijos menores de 3 años, atención a drogodependencias o programas terapéuticos de Salud Mental.