Hace unos años, lo más habitual era salir a la calle y encontrarte en los parques de tu bario a los niños jugando al fútbol o a las niñas a la rayuela. Hoy en día, esta imagen es cada vez menos frecuente, ya que los parques y sus columpios están siendo sustituidos por el auge de los videojuegos y de la tecnología.
Los niños pasan cada vez más horas jugando con la Play Station o a la Nintendo. Sus mayores aspiraciones son conseguir cuanto antes los últimos videojuegos. Los videojuegos se han convertido en una industria que factura más de 900 millones de euros al año solo en España. Además, se están diseñando par todos los públicos, desde mayores de 40 años hasta niños pequeños de 4 o 5, y las variedades de juegos son cada vez mayores: juegos de guerra, de fantasía, infantiles…
Efectos positivos de los videojuegos
Muchos profesionales de los videojuegos consideran que estos no tienen más aspectos negativos que positivos. Rechazan completamente la teoría de que estos convierten a las personas en agresivas o irascibles. Afirman que los videojuegos son una buena forma de sociabilizarse además de un gran entretenimiento.
Muchos son los casos de niños que han conseguido superar su timidez y sus problemas para sociabilizarse jugando a juegos online en los que comparten experiencias con más de 40 personas. Así, aunque el niño este jugando ocho horas frente al ordenador, está estableciendo vínculos sociales con otros jugadores, con los que pone en práctica estrategias de juego, resolución de problemas y otras habilidades sociales mediante una implicación emocional y afectiva.
Los beneficios de jugar al aire libre
A pesar de que, según afirman los especialistas, existen muchas ventajas en jugar a los videojuegos, no se puede negar que estos sustituyen otras formas de juego en los niños que pueden llegar a ser mucho más saludables.
Jugar en el parque con otros niños, con la pelota, en los columpios, con los toboganes o en el caso de las niñas jugar a las muñecas o saltar a la comba conllevan una implicación física mucho mayor que en el caso de jugar a los videojuegos. Los niños se encuentran en plena fase de crecimiento, y que estos se muevan, hagan deporte y desarrollen sus capacidades motrices es fundamental para que crezcan de manera saludable.
Además, aunque algunos estudios hayan negado que los videojuegos violentos convierten a los niños en personas agresivas, no han podido desmentir que jugar a los videojuegos sí incrementa este tipo de emociones de manera que si el niños siente enfado o es tendente a la ira, se infundirá estos sentimiento en él con mayor facilidad.
Ana Vázquez Recio