Saltar de un trabajo temporal a otro es, de forma casi general, la situación de nuestros jóvenes en edad de trabajar. La situación laboral en nuestro país crea, aún estando formados, tres salidas para los jóvenes: paro, precariedad o exilio. España es el país de la UE con más jóvenes que ni estudian ni trabajan. Cifra que ha ido creciendo desde 2008, a causa del estallido de la crisis.
Así lo indica el informe Panorama de la Educación 2014, que elabora cada año la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y que fue presentado en Madrid. Si España se compara con el resto de los 34 países que conforman la UE, alcanza el triste resultado de ser el segundo país que mayor porcentaje de jóvenes tiene que no se dedican al estudio ni a trabajar.
Además de ser una cifra muy superior a la media de la OCDE, España es de los países que van acumulando jóvenes en paro mientras que el resto de países presentan mejoras en su situación. En 2010, el 23,8 por ciento de los jóvenes eran ninis. Un año más tarde, la cifra aumentó hasta el 24,4 por ciento. Y a día de hoy, asciende al 25,79 por ciento. Estos porcentajes se traducen a casi un 1,7 millones de jóvenes españoles que no tienen empleo ni estudian al filo de cumplir los 30 años, de un total de 7,6 millones, según datos de Eurostat.
Los trabajos temporales en los jóvenes
Más del 60 por ciento de los contratos a trabajadores entre 15 y 25 años son temporales. Y más de la mitad de los que están desempleados a tiempo parcial desearían trabajar más horas, añade OCDE. Pero el problema reside en que, cuántas más horas se trabaje, mayor será el sueldo y más cerca estará de cumplir con el salario mínimo interprofesional, pero eso acarraería efectos negativos en las empresas.
Por otro lado, a la hora de analizar los porcentajes, debemos de tener en cuenta que varios de los jóvenes involucrados en la tasa de desempleo juvenil, pueden estar desempleando un oficio de manera extraoficial, con contratos verbales, y por lo tanto, fuera de la oficialidad.
De los estudios superiores al paro
Haber pasado por la universidad o tener una formación profesional superior ha dejado de ser una garantía para encontrar trabajo hoy en día. La brecha de los ninis crece desde 2008 en todos los niveles educativos españoles, aumentando el número de jóvenes universitarios sin empleo, ni continuidad en las aulas. La tasa de paro de los españoles universitarios y con formación profesional (FP) asciende al 14 por ciento, mientras que la media de los países europeos recogidos por la OCDE es del 5 por ciento.
Sin embargo, se quiere subrayar que seguir la formación estudiando una carrera sigue reportando beneficios en otros ámbitos: los titulados universitarios alcanzan salarios más altos, tienen más probabilidad de alcanzar el éxito, y la satisfacción en aspectos sociales, como la confianza o el reconocimiento.
Noelia de Santiago Monteserín