La adolescencia, esa etapa de cambios y de emociones por la que todos pasamos alguna vez, está marcada por la inseguridad y la inestabilidad. Muchas son las dudas que tienen los adolescentes sobre los cambios físicos y mentales que se producen en su cuerpo, sobre la forma de relacionarse con los demás y sobre lo que es bueno o malo para ellos.
Te presentamos aquí una lista de cuáles son los principales porqués de los adolescentes, con vistas a que puedas encontrar la respuesta que esperas.
Noviazgo: el primer amor
En la adolescencia, los jóvenes empiezan a sentir interés por otras personas, fruto de la tendencia natural entre ambos sexos. Muchos sienten miedo por entregar su corazón, debido a su corta edad y experiencia. Otros temen la opinión de sus padres, que desaprueben que sus hijos tengan una relación siendo tan jóvenes.
Realmente no hay una edad que marque cuándo es conveniente el noviazgo, lo que si hay que tener en cuenta, es que cuando este surja tiene que estar basado en el respeto y el cariño. Es normal que los adolescentes puedan dudar sobre cómo actuar ante una experiencia tan nueva como es tener una relación sentimental con otra persona, por eso es bueno que esta relación no se lleve a escondidas de los padres pues estos tienen más experiencia y buscan lo mejor para sus hijos, y siempre les dirán lo que sea más conveniente para ellos, aunque cueste aceptarlo.
Tampoco hay que sentir temor por lo que ellos puedan decirte sobre tu relación, es normal que a los padres les cueste aceptarlo, debido en parte a que ellos se criaron en un ambiente muy diferente al que se vive actualmente, y la mayoría se casó con el que fue su primer novio o novia. Al fin y al cabo, para ellos, sus hijos adolescentes siguen siendo sus niños pequeños.
Amigos: cuál es su ambiente
Cuando los hijos llegan a la edad de 14 o 15 años, empiezan a aflorar en ellos las ganas desenfrenadas de salir, hacer planes, conocer gente y ser populares. En la adolescencia los niños son especialmente influenciables, y se mueven constantemente según lo haga su entorno. Es por eso por lo que muchos se cuestionan por los amigos que tiene o los que debería tener o no. Es importante que los adolescentes tengan en cuenta que sus amigos deben ser aquellos con los que se sientan más afines, los que respeten sus decisiones sin juzgarles y con los que mejor se lo pasen.
Que intenten congeniar con otros de su edad que tiene otro tipo de hábitos, no del todo saludables, porque tienen mejores planes o conocen a más gente puede llegar a ser peligroso por verse arrastrados a algo que realmente no les gusta, ya que no tienen la madurez y la personalidad suficiente para ser realmente firmes en sus propias decisiones.
Drogas y alcohol: la búsqueda de nuevas sensaciones
Experimentar es otra de las aficiones propias de la adolescencia. La búsqueda de sensaciones nuevas, de adrenalina, de diversión descontrolada son algunas de las causas que llevan a los jóvenes a probar las drogas. En los peores casos, las malas relaciones familiares o el sentirse incomprendidos por la sociedad es lo que les acerca a estas sustancias.
Son muchos los que las prueban sin saber realmente lo que están haciendo, sin ser conscientes de las repercusiones que pueden tener para su salud o la adicción que les puede llegar a crear. Alucinaciones, delirios, pérdidas de memoria, alteración de los sentidos y de la manera de pensar puede ser algunos de sus efectos, que cuando son constantes por un consumo habitual puede acabar en la locura o incluso en la muerte.
El alcohol es todavía más frecuente entre los adolescentes. La edad media en la que estos empiezan a beber se sitúa en los 13 años. Saber que se siente, que sean aceptados en sus grupos y disfrutar al máximo de la noche del viernes es lo que los mueve a beber, sin ser igualmente conscientes de los efectos nocivos para la salud que tiene la intoxicación etílica ni la mala reputación que les puede llegar a crear.
Alimentación: el cuerpo perfecto
La adolescencia es la época propia del comienzo de los trastornos alimenticios. Miles de jóvenes, en su mayoría chicas, padecen anorexia o bulimia por buscar el cuerpo perfecto. La inseguridad propia de los adolescentes y la búsqueda de aceptación social es lo que les lleva a obsesionarse con su físico y con la comida cayendo en un bucle psicológico del que difícilmente pueden salir después.
Los padres deben estar pendientes de la alimentación de sus hijos, y concienciar a los jóvenes que la búsqueda de aceptación no tiene sentido si se hace partiendo del físico, y no de la belleza interior de cada uno. Los adolescentes son impulsivos e inconscientes, no sopesan tanto las cosas como los adultos, por eso muchas veces empiezan quitando los dulces y los hidratos de su dieta y sin que ellos se den cuenta acaban siendo anoréxicos o bulímicos.
Emociones: el porqué de los altibajos
Hay días que los hijos adolescentes están eufóricos cuentan toda su vida a sus padres y otros en los que están deprimidos y agresivos y no se les puede preguntar ni como están. Los cambios emocionales en los adolescentes son frecuentes, en parte porque su desarrollo celebral no es todavía completo. En la adolescencia, se empiezan a crear su propia personalidad, su moralidad y sus decisiones. Se sienten mayores y piden ser tratados como tal, pero otras veces extrañan la simplicidad de la infancia, los juegos de niños, la comunicación con sus padres, por lo que surgen así en ellos sensaciones y emociones contradictorias.
Ana Vázquez Recio