MADRID, 11 Mayo
Uno de cada 50 niños sufre alergia a los alimentos vegetales, según han explicado los expertos participantes en el XXXVI Congreso de la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP), que se ha celebrado en Cádiz. Pese a ello, los comedores escolares «no están obligados a detallar la composición de los alimentos de los menús», confirman los especialistas.
Entre otras cosas, los médicos consideran que muchos de los menores están expuestos a sufrir reacciones alérgicas «debido a una indebida falta de control de la dieta». Por ello, los alergólogos pediátricos advierten de la «necesidad de contar con un diagnóstico preciso» y de especificar la ficha de los alimentos que son servidos en los colegios.
El principal alimento que produce esta afección en los niños de entre 5 y 15 años es el fruto seco y la fruta, siendo «las pertenecientes a las rosáceas como el melocotón, la manzana y la pera» las más perjudiciales, explica el alergólogo pediátrico del Hospital Miguel Servet de Zaragoza y componente del grupo de trabajo de Alergia Alimentaria de SEICAP, el doctor Javier Boné.
Las reacciones que se producen por la ingesta de estos alimentos, aunque sean pequeñas trazas de los mismos, pueden ser «urticaria, angioedema, asma, rinitis, conjuntivitis, síntomas digestivos o reacciones de anafilaxia», asegura el galeno. En este último caso, «si no se actúa a tiempo con medidas de rescate se puede poner en peligro la vida del niño», añade el presidente del congreso, el doctor Juan Enrique Sancha.
SE PRODUCE UNA VISITA A URGENCIAS CADA 3 MINUTOS
Además, los datos no son nada positivos en cuanto a prevención de estas complicaciones, ya que en países occidentales «se produce una visita a urgencias cada tres minutos por alergia alimentaria», manifiestan los expertos. Esto se recrudece si, además, el niño padece alergia al polen, por lo que se produce una «reactividad cruzada», mantienen.
La mejor forma de detectar este problema es haciendo un diagnóstico molecular del paciente «que determina el antígeno exacto del mismo», explican. Con ello, «se evitan falsos diagnósticos», sostienen los especialistas, que señalan que «la detección ha mejorado gracias a los servicios de alergología pediátrica».
Por último, el doctor Sancha indica que no es positivo eliminar un alimento que produce alergia de la dieta del niño. «Las dietas de evitación cuando son muy extensas pueden deteriorar la calidad de vida del paciente y su familia», concluye.