MADRID, 11 Abril
Una investigación estadounidense ha revelado que aquellas personas que se han sometido de forma habitual a radiografías dentales podrían tener más riesgo de desarrollar un meningioma, el tumor cerebral primario más frecuente en Estados Unidos cuya aparición siempre se ha relacionado con la exposición ionizante.
Dicho hallazgo se ha publicado en el último número de la revista ‘Cancer’ y en el estudio han participado científicos del Brigham and Women’s Hospital (BWH) y las universidades de California en San Francisco, Yale y Duke.
Por ello, y según ha explicado la neurocirujana Elizabeth Claus, autora del estudio, aunque las radiografías dentales son «una herramienta importante para mantener una buena salud bucal», los resultados de su investigación hacen ver que «moderar su uso podría beneficiar a algunos pacientes».
Claus y su equipo estudiaron datos de 1.433 pacientes de entre 20 y 79 años a los que se les diagnosticó un meningioma entre mayo de 2006 y abril de 2011, y se comparó la información con un grupo control de 1.350 ciudadanos con características similares.
De este modo, observaron que los pacientes con meningioma tenían el doble de probabilidades de haberse sometido a un tipo específico de radiografía dental, la radiografía interproximal o de aleta mordida, presentando a su vez un riesgo entre 1,4 y 1,9 veces mayor de desarrollar un meningioma, en comparación con el grupo control.
Además, los investigadores observaron que había un riesgo aún mayor de meningioma en pacientes que se sometieron a una radiografía panorámica dental.
Así, aquellos que se sometieron a esta prueba cuando eran menores de diez años tenían 4,9 veces más probabilidades de desarrollar un meningioma, mientras que quienes se sometieron a un examen anual o incluso con una frecuencia mayor tenían casi tres veces más probabilidades de desarrollar este tumor.
No obstante, Noel ha reconocido que «las radiografías dentales que se realizan actualmente utilizan una dosis mucho más baja de radiación que en el pasado».