MADRID, 10 Abril
La estadounidense Ainsley Sioux reside en Fort Collins, Colorado, y es el vivo retrato de su madre. Cuando era más joven ya tenía sus ojos, su nariz y sus pecas, pero ahora también ha heredado su pecho, su estatura y sus mismas curvas. Nada particular si no fuera porque Ainsley es todavía una niña de 9 años que entró en la pubertad sin haber cumplido los 6.
The Week recogía hace poco su historia, que emociona en un país, Estados Unidos, inclinado a preocuparse por lo que muchos especialistas y científicos consideran ya un fenómeno contrastado: el adelanto generalizado de la edad con que los niños y niñas entran en la pubertad.
Fuente: El Confidencial