MADRID, 28 Marzo
Los pediatras aconsejan a los padres con niños menores de dos años no viajar a zonas de riesgo, como África, Centroamérica o el Sudeste Asiático, puesto que los peligros para la salud son «extremadamente altos», alerta la presidenta de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica de la Asociación Española de Pediatría (AEP), la doctora María José Mellado Peña.
«A diferencia de los adultos, los niños tienen un sistema inmunológico inmaduro pues no está del todo desarrollado y ésto les hace especialmente vulnerables a contraer enfermedades infecciosas, de ahí que se deban extremar las precauciones», precisa.
De esta manera, a la hora de emprender un viaje a países de riesgo con niños pequeños, «se debe acudir al pediatra o a la consulta del viajero pediátrico, en aquellas comunidades autónomas donde haya, para informarse de las vacunas recomendadas y de otras medidas preventivas para el país de destino», señala la presidenta de la AEP.
Después, cada caso deberá ser valorado de forma individual, teniendo en cuenta las características del viaje, su duración, las condiciones sanitarias del país al que se viaja o cuál es la edad de los viajeros o su estado de salud. «Muchas padres desconocen que deben vacunar a sus hijos, mientras que otros asocian la vacunación solo a países tropicales», apostilla.
En este sentido, «no hace falta irse a África o Asia para contraer una infección. En zonas de centro Europa, como la selva negra, en Alemania, también es necesario vacunarse», indica.
A parte de la vacunación, los padres deben extremar precauciones y seguir rigurosamente unas normas elementales de higiene, como lavar las manos de los niños con frecuencia, vigilar que no se lleven cosas a la boca, evitar que los lactantes gateen sobre pisos sucios y verificar la limpieza de platos y utensilios.
Asimismo, Mellado explica que, a la hora de elaborar los biberones, solo debe usarse agua hervida al menos durante cinco minutos, y no utilizar agua del grifo para preparar la papilla, dar de beber al niño o cepillarse los dientes.
CORRECTAMENTE VACUNADOS
Por otro lado, vigilar que los niños que vienen de otros países estén correctamente vacunados y, en este sentido, señala que, en el caso de España, está incrementando los casos de enfermedades que se creían prácticamente erradicadas, como el sarampión o la rubéola, debido a bolsas de niños y adolescentes no vacunados en sus países de origen.
En lo que respecta a los niños de adopciones internacionales vacunados en sus países de origen, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece un mínimo de vacunas obligatorias, que incluye la difteria, el tétanos, la tos ferina, la polio, el sarampión y, en la mayoría de áreas, la hepatitis B.
Una vez en España, esta experta explica que «los padres deben acudir a su pediatra con el historial clínico del niño con el fin de analizar su situación y realizar un test de respuesta vacunal si procede». «Aunque los menores suelen tener las vacunas mínimas recomendadas por la OMS, con frecuencia, la cobertura vacunal no es completa o es deficitaria comparada con nuestros calendarios», precisa.
Las enfermedades infecciosas son «después de los accidentes, la segunda causa de morbilidad, consumo de recursos sanitarios y mortalidad infantil», concluye.