Los partos naturales llevados a cabo en Catalunya el año pasado representan el 4,3% del total de alumbramientos en la red pública catalana, pese a que esta tendencia se ha duplicado en los últimos tres años, según datos de la Conselleria de Salud de la Generalitat.
Un total 3.648 mujeres se decantaron por esta opción más natural en 2011 –respecto a los 84.000 nacimientos registrados–, lo que significa un 142% más respecto al año 2008, cuando 1.505 mujeres alumbraron con menos intervención médica.
Desde 1995 seis maternidades catalanas empezaron a ofrecer esta posibilidad, y un posterior aumento de la demanda llevó en 2006 a la Conselleria de Salud a crear un protocolo para la asistencia al parto natural, dirigido a profesionales.
Actualmente, 26 hospitales catalanes cuentan con infraestructuras para atender a esta demanda, que hace seis años era de 585 mujeres, y en 2007 pasó a 1.148, cifra todavía lejos de los porcentajes de los países nórdicos, donde la tasa supera el 40%.
Según han informado fuentes del departamento que lidera Boi Ruiz, los citados hospitales catalanes cuentan con unidades específicas para atender al parto natural, caracterizado por un proceso que evita acciones como el rasurado, episiotomía o corte en la vulva e introducción del enema o vía endovenosa, a menos que se haga imprescindible para garantizar la seguridad de la madre y el bebé.
En una respuesta parlamentaria, el conseller recuerda la previsión de incorporar a cuatro hospitales más en esta oferta entre 2012 y 2015, cuando el equipo anterior del departamento se proponía ascender esta demanda al 5% de los partos.
MÁS PARTICIPACIÓN DE LOS PADRES
Asistidos de forma individualizada por una comadrona y coordinados por un obstetra, los partos naturales exigen un proceso intenso de concienciación y formación, así como una mayor implicación y participación activa de la pareja durante el mismo.
Este tipo de alumbramientos se llevan a cabo en salas amplias y diáfanas, con una decoración cálida y que disponen de una bañera –que con agua tibia permiten controlar el dolor de las contracciones–, una zona para caminar, una litera articulada y pelotas para la dilatación, entre otros.
MÁS HUMANIZADOS
Los defensores de este tipo de partos, que suelen ser más lentos, los consideran más humanizados, y niegan que tengan más riesgo que los medicalizados.
El perfil de mujer que puede optar a este tipo de nacimientos es aquella que no tiene factores de riesgo o con riesgo bajo o medio, sometidas a control obstétrico con análisis y pruebas de coagulación normales.
En cualquier caso, existe un porcentaje de un 10% de mujeres que en el momento de afrontar el parto, se echan a atrás en su decisión y piden un analgésico para aliviar los dolores.
De hecho, en 2011 un total de 4.640 mujeres mostraron su deseo de dar a luz a través de un parto natural, pero fueron 3.640 las que lo consiguieron –lo que significa el 78,4%–.