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La importancia de gatear

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En el momento en que tu bebé comience a gatear, podrá descubrir el mundo cuándo y cómo lo desee. Esta nueva proeza, el gateo, la libertad de movimientos para tu bebé utilizando brazos y piernas, tiene mayor importancia de la que imaginamos para su futuro desarrollo físico e intelectual.

Por lo general, la mayoría de los niños comienzan a gatear alrededor de los ocho o diez meses. A esa edad, el pequeño ya posee la suficiente fortaleza en sus músculos como para arrastrarse por el suelo.

Mucha gente desconoce la importancia crucial que tiene el gateo en los niños: resulta algo básico para el desarrollo de la visión, el tacto, el habla, el equilibrio, la manualidad, y la orientación, entre otros.

¿Por qué es beneficioso gatear para el bebé?

1. El gateo conecta los hemisferios cerebrales y favorece el desarrollo cerebral. Esto facilita el paso de información de un hemisferio a otro y sienta las bases de las funciones superiores de movimiento.

2. Desarrolla el patrón cruzado que hace posible el desplazamiento corporal organizado y en equilibrio.

3. Desarrolla el sistema vestibular y el sistema propioceptivo. Ambos sistemas permiten saber dónde están las partes del cuerpo.

4. Desarrolla la convergencia visual y posibilita el enfoque de los ojos.

5. Desarrolla la oposición cortical, que consiste en que el dedo pulgar pueda oponerse a los otros cuatro dedos.

6. El niño aprende a medir el mundo que le rodea y se adapta al medio.

7. Ayuda a establecer la futura lateralización. Un niño que va a coger una pelota echa las dos manos a la vez porque la orden llega simultáneamente a los dos hemisferios. Un niño con un nivel de organización superior coge la pelota con una mano o con otra dependiendo de cuál sea la mano dominante (diestro o zurdo).

Si el bebé no gatea, no es que no se logre la organización cerebral, pero sí se retrasará el desarrollo.

Cómo podemos fomentar el gateo del bebé

– Busca un lugar con el suelo limpio, liso, libre de objetos peligrosos, acogedor y dejemos que el bebé se pase en él todas las horas posibles.

– No le fuerces a ponerse de pie, lo mejor es que empiece a andar él solo cuando llegue el momento.

Evita que pase mucho tiempo en el parquecito. En este espacio cerrado el niño tiende a ponerse de pie, por lo que no se desarrolla el gateo.

– Es muy efectivo que el bebé gatee persiguiendo una pelota, ya que el seguimiento de un objeto en movimiento resulta beneficioso para desarrollar la convergencia de los ojos.

7 consejos para ayudar a tu bebé a iniciar el gateo

1. A partir del tercer o cuarto mes cámbiale de postura en la cuna. Si lo ponemos boca abajo, comenzará a poner a prueba la fuerza de sus manos y brazos.

2. Deja a tu bebé sobre una alfombra en un lugar seguro con el fin de que disponga de un espacio amplio.

3. Siempre que sea posible es bueno no calzar al niño o calzarle con zapatillas o calcetines antideslizantes.

4. Debemos tener especial cuidado con todo lo que sobresalga o cuelgue de los muebles.

5. Una forma sencilla de motivarle es poner a su alcance cosas atractivas para él. Juegos de vivos colores, peluches chillones, instrumentos musicales… Cualquier cosa es buena siempre que llame su atención.

6. Siempre con supervisión, prueba a cerrar las puertas prohibidas de la casa (salón, baño, cocina, etc.) y déjale que explore mientras gatea.

7. Desde los tres o cuatro meses, ya puedes dejar al niño unas cuantas horas al día en el suelo sobre su mantita preferida. De este modo, aunque todavía no gatee, podrá comenzar a ejercitar algunos estiramientos.

Marisol Nuevo Espín

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