Una mascota es una buena decisión por muchos motivos. Hace que los niños aprendan a responsabilizarse de las tareas que supone su cuidado, es una buena compañía y además cuenta con importantes beneficios para la inteligencia emocional de los niños. Así lo explica Petclic, que explica que tener un perro cerca de un menor hace que este experimente numerosos sentimientos como la compasión, el amor y mejore su autoestima.
Distintos tipos de inteligencias
Tener una mascota en casa no solo ayuda a mejorar la inteligencia emocional de los niños. Junto con el incremento de estas capacidades, los niños también aprenden a manejarse en otros ámbitos. Por ejemplo a entender lo que supone la muerte de un ser querido. Habitualmente los animales viven menos que los humanos y los más pequeños de la casa sobreviven a sus perros y gatos.
Pero no solo perros y gatos sirven para que el niño se beneficie de la compañía de una mascota. Otros animales también ayudan, desde un pequeño hámster hasta un conejo contribuyen a enseñar a los menores importantes lecciones como la responsabilidad, Si los pequeños comprenden que estos «amigos» necesitan de su ayuda para seguir con vida: limpieza, comida, asegurarles agua, etc., en ellos se creará una rutina que los dotará de autonomía.
Además, el hecho de que una mascota dependa del niño hace que este experimente sentimientos como la compasión. Este valor podrá ser utilizado por el menor en su día a día al entender que debe velar por cuidar las personas que se relacionan con él. Asumir unas tareas para mantener felices a aquellos con los que convive y desarrollar una empatía que lo ayude a mejorar sus relaciones sociales en el colegio.
¿A qué edad se debe introducir una mascota?
Es muy importante saber a partir de qué edad se debe introducir una mascota para aprovechar los beneficios de tener una mascota. Así vive el menor la experiencia de una mascota según sus años:
– Antes de los tres años los niños son incapaces de tomar decisiones y de diferenciar a la mascota de uno de sus juguetes.
– A partir de los cuatro años el niño ya podrá encargarse de algunas tareas para el cuidado de su mascota. Como darle de comer, limpiar su casa Para estas edades se recomiendan mascotas que requieran pocas atenciones como un gato, una tortuga, un hámster
– A los seis años se da el momento perfecto en el caso de que se prefiera un perro, ya que el niño será capaz de aceptar las responsabilidades más exigentes como pasearlos, bañarlos, jugar con ellos, etc.
Damián Montero
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