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Razones del colapso de la autoridad paternal en nuestra sociedad

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El colapso de la autoridad

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Las escenas de hijos que ignoran a sus padres, desobedecen sus normas o desatienden sus consejos se repiten con frecuencia. La adolescencia se utiliza para justificar ese carácter rebelde, aunque este comportamiento cada vez empieza antes.

Los niños pequeños ya imponen sus preferencias en la mesa o eligen el canal de televisión que quieren ver mientras los padres obedecen sin oponer resistencia. Esta desaparición de la jerarquía familiar es lo que plantea el psiquiatra Leonard Sax en su libro El colapso de la autoridad. Cómo no abdicar ante la dictadura de las redes y la presión social

Su experiencia en el trato de niños, adolescentes y familias le sirve a Sax para hacer un retrato de la juventud estadounidense, aunque muchas características y comportamientos son similares en otros países. No obstante, el más importante de todos y el origen de los demás problemas es la falta de autoridad de los padres.

Los padres del siglo XXI invierten en educación más que en ninguna otra etapa. Todos tienen claro que quieren el mejor colegio para sus hijos, con el objetivo de que un día vayan a la universidad y obtengan un trabajo reconocido y bien remunerado. Así, no olvidan tampoco la formación en idiomas y las actividades extraescolares de cualquier disciplina, ya sean artísticas o deportivas, o ambas si es posible. Sin embargo, de puertas para dentro, y también en público, algo falla.

Sax reconoce en El colapso de la autoridad que los padres han transferido el poder a sus pequeños y estos ya no valoran sus opiniones o su experiencia y se guían por lo que dicten sus iguales. Esta falta de autoridad de sus superiores no solo genera desesperación en los mayores sino que causa problemas en el niño.

Falta de autoridad y problemas en los niños

Para Leonard Sax, la falta de autoridad se refleja en la relación de los niños con la comida, la actividad y el sueño, con sus consiguientes repercusiones en su día a día y en su futuro.

– Niños obesos: Los «pequeños dictadores» ya no quieren comer verdura. Ahora su menú lo componen los fritos, los rebozados, la comida prefabricada, la bollería industrial y las bebidas azucaradas. Una dieta cargada de grasas, colorantes y azúcar tolerada por los padres. Sax explica que los padres han pasado de ordenar a sus hijos que se coman lo que hay en el plato, porque es la única opción, a pedírselo como favor a cambio de algo que les guste. Además, la hiperconectividad ha hecho que los niños olviden los juegos en la calle y se decanten por cualquier actividad que no requiera salir de casa, por lo que la actividad física es reducida. Tampoco hay que olvidar la falta de horas de sueño, consecuencia de las noches en vela frente al móvil, el ordenador o cualquier otro dispositivo.

– Niños medicados: Para Sax, el aumento de los niños que toman medicación para controlar su carácter o hacer frente a sus problemas se debe a que los padres buscan una solución rápida. En su opinión, muchas veces estas alteraciones se solucionarían a través de la enseñanza del autocontrol. Autocontrol a la hora de comer, autocontrol a la hora de relacionarse con los demás o autocontrol en las horas de juego y descanso. Según el autor de El colapso de la autoridad, los padres esperan un diagnóstico médico que pueda solventarse mediante pastillas y tratamientos químicos, porque prefieren pensar que sus hijos tienen una enfermedad a reconocer su parte de culpa en la educación que les están dando. Sax da dos consejos a los padres para reducir la medicación de sus hijos o incluso retirársela: darles órdenes y cenar con ellos, con la prohibición expresa de los móviles en la mesa.

– Niños rezagados en la escuela: En este punto, el psiquiatra se fija más en los problemas culturales de Estados Unidos y matiza que en cada país se dan unas condiciones culturales distintas que influyen. En el caso estadounidense, el retraso de los niños en la escuela es fruto de una sobreinversión en tecnología, exceso de deporte y falta de selección en las facultades de magisterio.

– Niños frágiles: Esta fragilidad de la que habla Sax no es la de su físico, sino la de su autoestima. La debilidad de la relación entre padres e hijos por la falta de autoridad se debe a la ruptura del vínculo entre ambos y la construcción de relaciones entre iguales. Estas, lejos de ayudar al desarrollo, minan su seguridad, mientras que las relaciones familiares son las que aportan la confianza y la determinación, según Sax.

Estos escenarios saturan a los padres, que no saben cómo reaccionar y se preguntan si sus hijos tendrán remedio. La respuesta de Sax en El colapso de la autoridad es que sí, hay solución, pero pasa por la enseñanza del autocontrol y la diligencia.

«El autocontrol en la infancia predice el éxito en la edad adulta», apunta Sax, y añade que hay que realizar una «imposición coherente de las normas». Asimismo, recuerda a los padres que la diligencia no es innata, pero hay que «enseñar con el ejemplo».

Soluciones para recuperar la autoridad

– Enseñar en la humildad: Esta cualidad es la clave para evitar la frustración cuando algo no se consigue. Para ello, es necesario enseñar a los hijos a estar satisfechos con lo que tienen, porque «la cultura de la humildad lleva a la gratitud, al aprecio y a la satisfacción». El primer paso para cultivar la humildad es empezar con pequeños encargos.

– Enseñar a disfrutar: No consiste solo en que los niños disfruten entre ellos o con actividades para ellos, sino de disfrutar en familia, todos juntos de los mismos ratos de ocio. A veces, estos planes surgen de manera espontánea, pero Sax recomienda planificarlos, para que no queden en el último lugar de las agendas de los padres.

– Enseñar el sentido de la vida: Enseñar el sentido de la vida no es otra cosa que enseñar el sentido del esfuerzo y lo que ello conlleva. El esfuerzo a veces obtiene recompensa, pero otras no, y es importante que los niños lo sepan desde pequeños. Sax habla en El colapso de la autoridad de la «metáfora Flashdance», en alusión a la película de los 80 y a la lucha continua por conseguir los sueños, porque lo contrario a eso sería el fracaso. En opinión de Sax, esta es una visión peligrosa y prefiere centrar el sentido de la vida en el esfuerzo, la gratitud, la humildad y la diligencia.

Noelia Fernández Aceituno

Más información en el libro El colapso de la autoridad, de Leonard Sax. Editorial Palabra.

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